El diagnóstico del cáncer generalmente implica una combinación de pruebas médicas que pueden incluir análisis de sangre, imágenes médicas como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, biopsias para obtener muestras de tejido para su análisis microscópico, y pruebas genéticas para detectar mutaciones relacionadas con el cáncer.
El diagnóstico del cáncer implica una evaluación exhaustiva que puede incluir pruebas de imagen, biopsias y análisis de sangre para identificar células cancerosas y determinar su tipo, ubicación y extensión en el cuerpo.
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